Sesión clínica sobre el manejo de toxicidad cardíaca de tratamientos oncológicos en IMED Valencia

La supervivencia de los pacientes con algún tipo de cáncer esta aumentando mucho, por todas las mejoras que hay en su tratamiento (cirugía, quimioterapia, inmunoterapia, radiología dirigida, braquiterapia).

Cada vez tenemos más pacientes que sobreviven a un cáncer y se curan, o pacientes en los que el cáncer se vuelve una enfermedad crónica más como el caso de algunos tumores hematológicos como síndromes mielodisplásicos, mieloma múltiple etc,  pero de la misma forma están aumentando las complicaciones cardiovasculares asociadas al tratamiento oncológico, ya sea por efecto directo de los fármacos o radioterapia o porque el cáncer y la enfermedad cardiovascular comparten muchos factores de riesgo (tabaco, hipertensión, dislipemia, diabetes, sedentarismo). Actualmente las complicaciones cardiovasculares son la principal causa de mortalidad a largo plazo en pacientes que sobreviven a un cáncer (sin contar las recidivas del propio tumor) por los que reducir la cardiotoxidad es fundamental.

Debido a este número creciente de pacientes y a la importancia que esto puede tener de cara a completar con éxito una quimioterapia, es muy importante saber identificar de forma precoz quienes son los pacientes que tienen mayor riesgo de complicaciones cardiacas, para poder hacer un seguimiento estrecho y un diagnostico y tratamiento precoz. Cuando ya aparecen síntomas de enfermedad cardiovascular (dolor torácico, arritmias, insuficiencia cardiaca) muchas veces ya hay daño irreversible, con lo cual es de especial interés diagnosticar antes a estos pacientes para instaurar cuanto antes un tratamiento cardiológico preventivo y tener un seguimiento estrecho del paciente de forma multidisciplinar.

"El Dr. Victor Vallejo Garcia impartiendo esta sesión clínica formativa para los servicios de cardiología, medicina interna, oncología médica, medicina nuclear y medicina general"

Los casos son de pacientes muy complejos, por ello el manejo de los que tienen mayor riesgo debe ser multidisciplinar, implicando a los servicios tratantes (oncología, oncología radioterápica, hematología, medicina nuclear, medicina interna, medicina de familia y también cardiología), para poder reducir las complicaciones a corto y largo plazo y mejorar el pronóstico del paciente, tanto desde el punto de vista de su enfermedad oncológica como  desde el punto de vista de la enfermedad cardiovascular.

Resulta fundamental una valoración cardiológica, haciendo especial hincapié en el control de los factores de riesgo cardiovascular, la promoción de un estilo de vida cardiosaludable, el uso de técnicas de imagen cardiaca avanzada para poder detectar daño subclínico (técnicas como el strain global longitudinal en un ecocardiograma transtóracico o la resonancia magnética cardiaca en caso de dudas) y también incluir parámetros cardiacos en las analíticas rutinarias de pacientes que están con algún tratamiento oncológico activo (troponina y péptico natriurético NT proBNP)

En la consulta de cardiotoxicidad se ven pacientes con síntomas que podrían deberse a enfermedad cardiaca (arritmias, falta de aire, dolor de pecho), pacientes con alguna alteración en las pruebas (sobre todo elevación de la troponina en la analítica o una disminución de la fracción de eyección en el ecocardiograma) o que por sus factores de riesgo o el tipo de tratamiento oncológico sean pacientes de muy alto riesgo.

Esta demostrado en múltiples estudios y registros nacionales e internacionales que este tipo de consultas y de manejo multidisciplinar mejora el pronóstico del paciente, disminuyendo la mortalidad y las complicaciones cardiovasculares y oncológicas, permite al paciente tener una vida más activa y un mejor control global de su salud. Desde el grupo de trabajo de Cardiotoxicidad de la Sociedad Española de Cardiología se promueve la creación de estas unidades, para mejorar la atención a los pacientes y reducir las complicaciones cardiacas. 

Por último, mencionar que este tipo de consulta es muy bien recibida por los pacientes, ya que permite un abordaje más global y completo de su enfermedad y una mejora de su salud, con lo cual la satisfacción del paciente es alta, algo que en nuestro hospital queremos siempre lograr.