¿Tienes gases malolientes, estreñimiento, diarrea, depresión, problemas de piel, se te pone la lengua blanca, se te cae el pelo o tienes candidiasis vaginal con frecuencia? Estos y otras muchas patologías pueden tener su origen en alguno de los tres SIBO que existe o en un SIFO.
Pero, ¿qué es este síndrome del que no habíamos oído hablar nunca y que ahora han puesto tan de moda conocidas influencers? Lola García, nutricionista de la Unidad de Medicina Integrativa de IMED Valencia, ha explicado en el programa de Salud de Plaza Radio qué supone para nuestro organismo padecer este síndrome y, sobre todo, los peligros deseguir dietas o tratamientos no prescritos por especialistas sino por youtubers que explican lo que ellos han hecho. Es muy peligroso hacer caso a estos influencers porque, como incide Lola García de IMED Valencia, existen tres tipos diferentes de SIBO y un SIFO. Lo que puede ser aconsejable en un caso está totalmente contraindicado en otro aunque se tengan síntomas similares. Incluso se puede dar el caso de tener dos tipos a la vez.
La palabra SIBO hace referencia a las siglas en inglés, Small Intestinal Bacterial Overgrowth. Es decir, sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado. La nutricionista de IMED señala que estas bacterias provienen del intestino grueso y que ascienden hasta el delgado generando aquí un desequilibrio. Hay tres tipos de SIBO. Uno de ellos es el producido por el metano, que suele generar estreñimiento, otro por el hidrógeno que, sobre todo, genera diarreas aunque también se puede ver estreñimiento o alternancia entre estreñimiento y diarrea. Un tercer SIBO es el de sulfuro de hidrógeno, cuya característica principal es expulsar gases malolientes, con un olor similar al del huevo podrido ya que son compuestos azufrados.
Además, también puede existir un sobrecrecimiento de ciertos hongos y en este caso estamos ante un SIFO (Small Intestinal Fungal Overgrowth). La candidiasis vaginal, lengua blanca, depresión, cambios de humor pueden tener su origen en un SIFO.
Es fundamental ir al especialista y descartar que los síntomas son debidos a otras circunstancias como, por ejemplo, la celiaquía. Lo que está claro es que, cuando tenemos síntomas crónicos, es decir, durante un período de tiempo superior a seis meses, debemos acudir a un especialista en medicina integrativa que busque el origen de la patología y no solo ponga soluciones a corto plazo.
“Tirar la basura recogida durante la noche”
Por ejemplo, hay personas que piensan que no tienen estreñimiento sino que su cuerpo solo le pide ir al baño cada dos o tres días. Según la nutricionsita de IMED hay que ir al baño por lo menos una vez al día. Además, hay que terminar con sensación de placer, de felicidad. Un dato curioso es que la hora mejor para ir al baño son las siete u ocho de la mañana. “Por la noche, el cuerpo realiza el proceso de limpieza, es como si pasara el barrendero del intestino. Por eso, a primera hora hay que tirar la basura.”
No beber durante las comidas ni hasta dos horas después
Lo que tiene claro Lola García es que somos lo que comemos y la gente no se imagina hasta qué punto es importante realizar una buena alimentación. “La comida es sagrada. Hay que comer con tranquilidad, masticar cada bocado cuarenta veces y beber un poco de agua de mar o agua con un pellizco de sal marina obtenida por evaporización todos los días. Esto es así para que tengan todos los minerales que son necesarios.
La nutricionista de la Unidad de Medicina Integrativa de IMED Valencia aconseja realizar ayuno doce o catorce horas al día, siempre que no se padezca alguna patología contraindicada. Por supuesto, ni los niños ni los adolescentes que aun están en proceso de crecimiento pueden hacer ayuno. Estar un periodo de tiempo sin comer es imprescindible para que que se limpien en profundidad nuestros órganos, se realicen las labores de mantenimiento. Por ello, una de las peores cosas que se pueden hacer es picotear ya que no dejamos descansar al cuerpo ni que el hígado se regenere.
Los nutrientes quitan el hambre
Lo ideal es hacer solo dos comidas al día. Eso sí, debe contener los nutrientes necesarios tanto para tener un organismo sano como para quedarnos saciados. “Si no comemos nutrientes el cuerpo lo detecta y pide más comida”.
Una de las cosas que más sorprenden es que Lola García señala que no hay que tomar agua ni ninguna otra bebida media hora antes y hasta dos horas después de las comidas. Ni agua, ni vino ni cerveza…Solo bebidas calientes. Hay que volver “al caldito de la abuela”.
A Lola García le gusta comparar nuestro cuerpo con el Amazonas. “Tememos bacterias, hongos, virus y protozoos que ocupan la mitad de nuestro cuerpo. La otra mitad son células. Todos ellos son necesarios para vivir. Eso sí, en su justa medida y donde toca.
En caso contrario es cuando aparece el SIBO o el SIFO que, a su vez, provocan un sinfín de patologías que no podíamos pensar que su origen fuera tan claro. Si se nos cae el pelo, tenemos problemas en la piel, hipotiroidismo, hongos, envejecimiento prematuro…, hay que pedir hora en el especialista.
Los antojos pueden ser un aviso
También hay que tener cuidado con los antojos porque pueden ser síntoma de SIBO o SIFO. Caramelos, hidratos refinados, pan, chocolate, sobre todo por las tardes, nos lo tenemos que hacer mirar.
El tratamiento es personalizado. Depende del SIBO y de cada paciente. Generalmente consta de antibióticos y un determinado tipo de dieta que no puede seguirse más de 6 semanas.